martes, 19 de marzo de 2013

El Ciudadano Desprotegido



Mi experiencia como ciudadano no está a la altura de mis expectativas. La realidad, supera al ideal que me he ido forjando de cómo debería resultar la relación de una persona con su entorno.
Voy a suponer un modelo de persona de mediana edad, con familia e hijos pequeños, y que sea trabajador por cuenta ajena.  Y el entorno que sea la sociedad actual, donde se incluyen otros ciudadanos así como las Administraciones Públicas. 

Este “ciudadano A” se levanta por la mañana, desayuna, se viste, se va a trabajar y llena su depósito de diesel. Se va a trabajar con 80 euros menos en su cartera, pero eso sí, con el depósito lleno (con suerte le durará semana y media). Procura por supuesto, respetar los límites de velocidad, ya que no hace mucho tiempo, se despistó con una señal de la autopista (que marca 120km/h) que de repente bajaba la velocidad a 100km/h. Solo levantó el pie, apenas frenó, pero los 112km/h que marcaba el velocímetro se tradujeron en más o menos 100 euros de colleja. Por supuesto cumplió con su obligación cívica, faltaría más.
Nuestro “ciudadano A” cumple con sus impuestos. Paga el IRPF con la aplicación PADRE de la AEAT, que envía electrónicamente con apenas modificaciones después de bajarse la información de la página de Hacienda.  Por otro lado no hace mucho, cambió sus ahorros de banco, a otro que no le cobrara comisiones por cada uso de la tarjeta y demás operaciones. Ya estaba cansado de tener que hablar con el Director de la sucursal para que le “reintegrara” algunas de ellas.  

Al llegar al trabajo observa que tiene una llamada perdida en el teléfono (del 673 628 697). Procede a llamar por si alguien pretendía contactarle y resulta que se encuentra con un contestador automático erótico que ya le está “chupando” dinero y encima pretende que llame a algún número de tarificación adicional. Cuando el ciudadano A se dispone a informarse del tema se encuentra con que estas llamadas son muy comunes. Al querer denunciarlo es cuando se da cuenta que ha topado con un muro. Para qué denunciarlo, no llegará a ningún sitio y será peor el remedio que la enfermedad. Tampoco hay donde dar ese número para que alguien lo investigue. Y las compañías de teléfonos ya le han advertido que ni se moleste. Mientras tanto.. alguien se está lucrando a costa de otros muchos ciudadanos… B, C, D…. 

El “Ciudadano A” está un poco “mosca”. En las últimas nóminas, las reformas, sin contar la paga extra que no ha disfrutado, le han arrebatado unos 115 euros al mes. Echando cálculos se ha dado cuenta que está cobrando un poco menos que hace 9 años. Tal vez debería indignarse, pues en aquella época llenar el depósito le costaba la mitad.

Pero el caso es arrimar el hombro con la sociedad, todos lo están pasando mal. Y es su forma de “colaborar” con la recuperación económica. Por lo que no se queja aunque ahora tiene que trabajar más horas a la semana (haciendo lo mismo por otro lado).  Se distrae un poco cuando se dispone a comer la manzana que se trae de casa y que de un tiempo a esta parte sustituye al pincho que tomaba cada día… se conforma con el cafetín que le cuesta 1.10 euros (no es nada caro), y solo son 22 euros al mes.
Otra llamada perdida… ha vuelto a picar… El “ciudadano A” comienza a estar un poco irritado. Piensa quien será el hijo de la gran puta que se estará enriqueciendo a costa de llamadas perdidas. No sabe si su picaresca le jode más que la imposibilidad de tener una solución al respecto por parte de las administraciones públicas. Después de todo los Juzgados están ocupados con cosas más importantes. Esto es una minucia.

Una vez que vuelve a su casa, después de la jornada de trabajo, y tras recoger las cartas del buzón, respira aliviado. No hay multas, solo facturas.. Menos mal. La Comunidad de Propietarios, el garaje, la luz y el gas… eso no pasa de 120 euros en total. El móvil no ha subido mucho, menos mal que ha contratado Movistar Fusión, gracias a eso se ha ahorrado unos 20 euros en la factura del móvil (entre el fijo y el móvil y el internet anda por los 70 euros).  Se sonríe. Algo sale bien.  Lástima que Movistar no ofrezca una velocidad más elevada, a fin de cuentas que el ADSL no vaya a la velocidad que le prometieron no es tan importante. Va bastante bien aunque no llegue a los 6 megas. Tiene contratados 10  y piensa si le podrían descontar proporcionalmente la parte de la que no disfruta)… 

El plazo del coche, otros 250 euros.. No recuerda cuanto tiempo le queda por pagar, está bajando el volumen de la televisión (que manía tienen de subir el volumen cuando ponen anuncios).  El “ciudadano A” está atendiendo una llamada en casa de alguien que le quiere “endosar” una interesante Enciclopedia. No sabía que tenía miles de puntos. Qué suerte, puede canjearlos y le regalan una bicicleta estática y no sé cuantas cosas más… Algo bueno, por fin, ya que nunca le toca el euromillón.

Al final no quiso la enciclopedia y el vendedor ni se despidió. Que mal educado. Le recuerda al técnico que le revisó la caldera de gas, que le cobró 90 euros la semana anterior. Por eso ahora está apuntado a un programa de puntos y un mantenimiento anual. Ya no le cobran los desplazamientos. Menos mal. Y por lo menos es legal, no como el fontanero amigo de su padre, que vino recomendado a hacer una “chapuza” y que le ventiló 120 euros, por supuesto sin factura.

Ahora que lo piensa, al “Ciudadano A“ tampoco le dan factura ni el peluquero, ni el dentista (que por cierto le ha cobrado en los últimos dos meses más de 300 euros por diversas “reparaciones”). Es curioso, paga por servicios que no constan en ningún sitio ni nadie declara y encima no los puede desgravar en el IRPF.
Ya se está empezando a cabrear. La nómina flaquea y todo lo que hace es pagar, pagar, pagar.. y no tiene ningún vicio, ni fuma, ni bebe (alguna botella de vino blanco si que cae algún fin de semana, además de lo bueno por supuesto.. una botella de Verdejo de 4,50 euros es una satisfacción). Menos mal que llegan las vacaciones de Semana Santa y se puede ir de excursión a la nieve (con el bocata y la mesa plegable de casa por supuesto). Menos mal que tiene el depósito lleno y lee el periódico por internet.. Eso que se ahorra.
Otra llamada perdida…  Es hora de irse a dormir, tomarse la pastilla y pensar que todo está bien, que el Estado cuida de nosotros, que nadie va a entrar a robar en casa (el sistema de alarma le ha costado 600 euros y lo ha puesto él mismo), y que si llega a fin de mes, Houdini no era más que un aprendiz a su lado.

viernes, 8 de marzo de 2013

Cuadernos de Administración Electrónica


Un paso electrónico, es un excelente trabajo que constituye un conjunto de Cuadernos de Administración electrónica que forman una colección de temas de estilo académico para explicar los conceptos y desarrollo de e-gobierno.

 A continuación se relatan los cuadernos, respetando los enlaces originales al contenido de los documentos, que son pdfs descargables desde la web de su autor:
Cuaderno 7. Difusión.

Fuente: http://vozyvoto.es/cuadernos-e-administracion/
 

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